Aunque nos encontráramos a tu cuate, ese sí fue dos tres un bajón, aunque el problema ora sí que no era mío, pero sí era algo nuevo.
Me daban un buen de ganas de agarrarte a los besos, pero bueno, fui prudente y me hice wey todo el concierto. Es que me gustabas tanto, todo seriecito y formal, casi no podía aguantarme a darte la manita (aunque sea), jaja.
Pero como todo en esta vida, y básicamente, en mi vida... ya pasó. No por eso me cagas o me dejas de gustar, nomás que ya estoy muy amañada. Pero sí, siempre que escuche al Thom, me voy a acordar de ti.
1 comentarios:
Todavia existe esto?
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