domingo, 24 de mayo de 2009

En calzoncitos

Amo el nervio que se siente cuando estás por primera vez con alguien que, en principio, te gusta. El momento en que sabes que los besos que iniciaron en el cine, bar, teatro, escuela, oficina, calle o donde sea que haya sido terminarán con calambre, final feliz o como quieran llamarle.

La emoción de saber lo que sucederá de un momento a otro, en cuanto lleguen a su casa, tu casa, hotel o donde sea que las circunstancias se presten no tiene comparación cuando sabes que en verdad quieres hacerlo, el temblor, las manos frías, el cuerpo caliente, el andar apresurado, los besos más intensos, todo el numerito que incluye el foreplay y el siempre bien ponderado "fuera ropa", ¡uf!

¿Para qué les sigo tirando bla, bla, bla?

Escuchen esto y recuerden aquella vez que sintieron algo parecido.



¡Feliz inicio de semana!

lunes, 4 de mayo de 2009

Los hombres x pt1

Hace diez años al terminar la preparatoria (madres, son muchos años) decidí tomarme unos meses de descanso e ir con una amiga a visitar a otra a Veracruz, específicamente a Jalcomulco...

Llegamos por la noche, así que no había mucha actividad, dormimos y al otro día el calor fue nuestro mejor despertador, subimos a desayunar al entonces único lugar donde se podía comprar algo de comer y donde había el único teléfono del pueblo, de pronto vimos venir a un rottweiller hermosísimo, enorme. Detrás del perro venían un par de tipos bastante monos, uno con facha de extranjero llamado Matt y otro aún mejor, cabello largo, bronceado, y unos ojos verdes absolutamente hermosos.

Como mis amigas ya los conocían resulta que el tal Matt era inglés y vivía en el pueblo desde hacía unos meses con una chica de ahí y el otro tipo se llamaba Gerardo.

Desde que me dió la mano quedé totalmente paralizada, no podía creer que alguien tan guapo existiera, que me estuviera hablando y sonriendo, después de las presentaciones decidimos ir al rio a refrescarnos porque el calor estaba méndigo, mis amigas encontraron a otros tipos y decidieron irse a no sé dónde, cuando él escuchó que nos íbamos volteó y dijo: "¿por qué no mejor te quedas conmigo y te llevo a dar un paseo?"... madres... el wey más guapo que había visto hasta entonces me decía algo así ¿qué podría haber dicho una escuincla de 19 años? "S-sí".


A partir de ese momento no nos separamos, ese mismo día me acompañó por mis maletas a casa de mi amiga, y me instalé en su casa... pinche mocosa de 19 años viviendo con un tipo que acababa de conocer... sólo a esa edad y con ese wey me explico haciendo eso, fueron los ocho meses más intensos de mi vida... me enseñó el valor de dejar una vida de comodidad por salir a buscar la felicidad, él era de una familia bastante acomodada, su papá insistía que fuera ingeniero y él dijo "no", como el señor no aceptaba un "no" por respuesta la situación se tornó tan tensa que el buen G decidió abandonar su natal Tabasco para ir a donde fuera, era buen deportista así que entre coincidencias y más cuestiones fue a dar a Jalco donde llegó a ser guía de descenso de río y ya había tenido la oportunidad de viajar haciendo lo que le gustaba y recuerdo que era bueno, recuerdo sus ojotes verdes preciosos, las tardes echados al sol en la azotea de la casa, los lunes con los amigos donde nos burlábamos de la gente que estaba en chinga en la ciudad, porque nosotros nomás trabajábamos los fines de semana y nuestro trabajo era echar desmadre con los clientes del hotel o la gente que iba a las actividades de ecoturismo, aaah un mundo ideal y yo estaba más que fascinada con la vida en el pueblo, vivía con un tipo guapísimo, tenía amigos pocamadre, hacía lo que quería, ganaba dinero suficiente.

Y nuevamente, la vida te da sorpresas... un día dije "es hora de volver a casa" ¿por qué lo hice? no lo sé, por la misma razón que me había ido a vivir con alguien que no conocía, por inmadura, miedosa, qué se yo. Él no puso ningún "pero", siempre se portó lindo y cariñoso, incluso seguimos teniendo contacto durante un año más, me escribía cartas y las enviaba por correo... romantiquísima la onda y yo me derretía cada que veía llegar al cartero (recuerdo la rola de the marvelettes jaja).

Después empecé a andar de novia con un tipo que conocía desde la secundaria y por el que moría (pero esa es otra historia) y dejé de tener contacto con él, envió dos cartas más que no respondí... mala cosa. Mucho, mucho tiempo después, mi amiga que vivía y aún vive en Veracruz me contó que Gerardo había tenido un bebé con la que era novia de Matt, que vivían juntos y lo peor: que había fallecido... madres, no puede ser, cómo, por qué??

Cuando nació el bebé, quiso llevarlo a presentar con su familia, reconciliarse con su papá y mostrarle que era una persona feliz y completa... la vida te da sorpresas... se mató en la carretera. Me quedé helada, no podía creerlo...

Hace poco fui a Jalco y visité a Yoli (que así se llama la chica) y a su bebé... es tan guapo como su papá, muy simpático y cariñoso, pienso que a veces la vida te juega bromas muy pero muy pesadas... pero también puedes sacarle cosas increíbles. Ahora sé que jamás volvería a hacer lo que hice cuando lo conocí... pero también sé que por miedo no dejaré de vivir experiencias y correr riesgos, obviamente con su dosis de responsabilidad porque tampoco está bien jugarle al chingón. Dondequiera que esté, sé que consiguió la felicidad que salió a buscar.
 

©2009 La peor de todas | by TNB